domingo, noviembre 30, 2014

Diario de brigadista

Cuba, 1961


José Agustín y Margarita Dalton -con boina-,
alfabetizadores en el oriente de Cuba.
Foto del libro de José Agustín.


Con mi admiración
para los adolescentes que fueron
José Agustín y Margarita Dalton.
Escritores exitosos.
Ella escritora, académica, historiadora,
oaxaqueña por decisión.

La aventura de un adolescente, en ocasiones con su pareja, para viajar a una Isla en la que ha triunfado una Revolución. A manera de charla con sus cuates, el autor, reconocido en la literatura mexicana como un escritor de “la onda”, José Agustín nos comparte sus vivencias en Cuba, como brigadista de la exitosa campaña que en 1961, a sólo tres años del triunfo de la Revolución Cubana, logró la hazaña de alfabetizar a todos los que no sabían leer y escribir. Un hito en la vida de millones de cubanos.

¨Niño bien”, adolescente precoz, lector compulsivo y emprendedor de aventuras insólitas es lo que se me ocurre al leer este libro autobiográfico. Es un retrato en movimiento –con la tecnología actual sería un vídeo- de una parte de la adolescencia del que ya prometía ser un escritor exitoso.

De la vida cómoda a la Isla en que ha triunfado la Revolución. Y por ser menor de edad, haber aceptado la propuesta de otra adolescente igual o más “aventada” que él. Para convertirse en mayores de edad, sin serlo, acuden ante un oficial del registro civil en un municipio circundante de la Capital y contraen matrimonio. Se convierte en marido y mujer. Y asumen su mayoría de edad y sus decisiones son trascendentes. Parten a la Isla en un barco y llegan a su destino sin dinero.

Quienes los reciben y acogen los envían para que se integren a la brigadas de alfabetización en pequeños poblados de una provincia del oriente de la Isla. Sus vivencias, cada quien la suyas y a veces juntos, los acercan a la vida de los guajiros -campesinos- cubanos. También conviven con otros jóvenes cubanos en la misma misión de enseñar a leer y escribir a: personas de avanzada edad, adultos, jóvenes y niños. La convivencia se extiende  a la vida diaria, a la ordeña de vacas y a la siembra o cosecha de semillas y frutas de la tierra. Sus transportes son las guaguas, las camionetas, lo yips, los caballos, las mulas y a falta de alguno de éstos caminan. Recorren poblados. Participan en reuniones de formación política y de convivencia.

El autor registra en su diario sus vivencias. Transcurre casi medio siglo para que las haga públicas. El libro incluye fotografías que certifican lo escrito.

Un libro ameno que deben leer adolescentes, niños, adultos y ancianos. Una Revolución no sólo triunfa al derrotar al enemigo opresor en el campo de batalla, no son sólo disparos certeros, una Revolución triunfa porque cambia el estado de cosas. El autor y su pareja –Margarita Dalton- contribuyeron al triunfo de la Revolución sobre la ignorancia. Enseñar a leer y escribir es enseñar a ver y entender el mundo de manera diferente, desde la luz, la luz del saber y de la posibilidad de aprender más.

Disfruté la lectura de este breve Diario que me encontré en la feria del libro reciente en la que se hizo homenaje, entre otros, al autor –José Agustín-. De entrada, en su lectura me enteré de quien fue su compañera –Margarita Dalton-. La busqué al día siguiente por vía telefónica. Aceptó, sin conocerme más que lo que le dije por teléfono, para participar en la presentación del libro Memorias del dueño del yate Granma de Antonio del Conde. Esa misma tarde me presenté con ella para llevarle un ejemplar de este libro. La vida todo lo acomoda dice uno de mis sobrinos -adolescente él- en sus fantasías mentales.

Aprendí más sobre la participación de mexicanos en la Revolución Cubana. Cuba y México son naciones hermanadas desde que llegaron de la Isla las casas flotantes en que se transportaron los conquistadores, que primero se apoderaron de la Isla y luego de Mesoamérica y más al norte. Hay un hilo conductor que une a las dos naciones: la estela que dejó en el Golfo de México y el Mar Caribe la travesía del yate Granma con los expedicionarios que vencieron en el terreno militar a la dictadura que prevalecía a mediados del siglo XX en la Isla. Y las semillas del saber que sembraron una pareja de adolescentes que se transformaron en adultos para cambiar el mundo.


Título: Diario de brigadista, Cuba, 1961
Autor: José Agustín
Editorial: Lumen
Edición: Primera, septiembre de 2010.


3 comentarios:

Eleonaí dijo...

En ocasión de presentar el libro Memorias del dueño del yate Granma de Antonio de Conde, el 8 de diciembre de 2014 en el Paraninfo de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca, leí un texto que inició con una cita a este libro de José Agustín.

Al concluir la presentación y en tanto el autor firmaba ejemplares de su libro, la doctora Dalton me dijo que la cita que yo había leído –tomada de este libro, página 45- no correspondía a la realidad. Que efectivamente ella y él habían estado en Cuba como brigadistas alfabetizadores, pero que no tuvieron la reunión con Fidel y los comandantes de la Revolución como la cita José Agustín. Por esto he eliminado del texto publicado en este blog la cita que leí al inicio de mi intervención en la presentación del libro de Antonio del Conde

Anónimo dijo...

En cuanto a la versión de la Dra. Dalton sobre la reunion de los brigadistas con la comandancia de la revolución, sería interesante contrastarla con la del señor Jose Agustin.

Unknown dijo...

Buen resumen. Gracias