miércoles, agosto 27, 2014

Tej(x)as



Al norte del río que los mexicanos identificamos como Bravo está el territorio que formó parte de la Nueva España y luego México, identificado como Tejas o Texas. Este territorio tenía poca población prehispánica y novohispana, mediante permisos, los anglosajones ocuparon tierras en ese territorio. Luego se sintieron fuertes y guerra de por medio proclamaron la República de Texas, cuya independencia México reconoció al ser derrotado el ejercito que encabezaba el general Antonio López de Santaana. Años más tarde Estados Unidos invade México y le arrebata otra gran parte de su territorio. Así México es despojado de los territorios de California, Nuevo México, Arizona y parte de Nevada. Junto con Texas quedan incorporados a los EE UU. La autora de esta novela, Carmen Boullosa, nos va describiendo mediante postales la vida cotidiana en la frontera entre Texas y Tamaulipas a mediados del siglo XIX.

La autora recrea dos ciudades a ambas riberas del río Bravo, al norte Bruneville y al sur Matasánchez. Bueno, la primera un pueblo incipiente y la segunda una ciudad que ha crecido desde la época novohispana. En ambos lados de la frontera suceden acontecimientos que las mantienen unidas y separadas. De un lado a otro de la frontera se viaja por lanchones y un remolcador para grandes cargas, mercancías y ganado.

Del lado norte el pueblo es habitado por migrantes anglosajones, alemanes y afroamericanos. Los indios –también migrantes y descendientes de aquellos que cruzaron desde Asia por el estrecho de Bering- llevan y van por mercaderías: cueros curtidos, tejidos de algodón y más.

El pueblo de Bruneville es fundado en lo que fueron terrenos de un rancho cuya propietaria es mexicana. Ellas y sus hijos son poseedores de grandes extensiones de tierra y ganado. Uno de esos hijos tiene un día un altercado con el recién nombrado sherif, lo hiere de un balazo y huye. En la huida se lleva ganado y lo siguen vaqueros. Pasa el río en el transbordador y se refugia en un sitio cercano al sur del río. Allí establece lo que será su cuartel al que van llegando tipos mexicanos, indios y algunos blancos. El héroe es Nepomuceno –en memoria de Juan Nepomuceno Cortina (1824-1894)-  quien proclama la defensa de los mexicanos residentes en Texas, identificándolos como La Raza. Invaden Bruneville y salen. Vuelven a invadir.

Al sur del río, en Matasánchez hay alerta ante lo que sucede del otro lado del río. Llegan enviados del gobierno federal. Mediante una celada detienen a Nepomuceno, lo trasladan por mar a Veracruz y de ahí a la Capital, donde queda preso. Sale de la cárcel y se le atribuye haberse unido a los gringos del norte en contra de los sureños en la llamada guerra civil norteamericana. También se le atribuye haber apoyado a Juárez y a Díaz en sus respectivos tiempos.

Esta obra permite un acercamiento a la vida cotidiana en lo que fue territorio mexicano al norte del río Bravo. En palabras de Nepomuceno, la autora define la apropiación de ese territorio como un hurto. Uno de los grandes robos de la historia.

Al final la autora devela el artificio: Bruneville y Matasánchez son, respectivamente Brownsville y Matamoros, inmediatas al Golfo de México. No conozco ninguna de esas dos ciudades. Por medio de esta novela viaje a ambas a mediados del siglo antepasado.

Hace pocas semanas una noche de insomnio me encontré en la televisión una película sobre este mismo tema, el apoderamiento de las tierras de mexicanos en Tejas. La cinta se llama Propiedad ajena.

La herida del gran robo de Tejas por los gringos parece que ha cicatrizado, pero no se olvida.


Título: Texas
Autora: Carmen Boullosa
Editorial: Alfaguara
Edición: Primera, enero de 2013.

Entrevista a Carmen Boullosa en Arte Fuera, Rompeviento TV:

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