sábado, marzo 09, 2013

El hombre que amaba a los perros




¿Qué historia puede iniciar a conocerse en una playa al este de La Habana al ver a un hombre corretear con dos borzois? Esta novela narrada por uno de los protagonistas en tres tiempos y lugares nos va revelando que hay detrás y después de dos grandes revoluciones y tal vez de una tercera y una cuarta. Son las historias que nos va presentando Leonardo Padura.

La primera sorpresa es que se trata de una edición cubana de una novela en la cual una de las tres historias narradas describe las carencias que han vivido varias generaciones de cubanos en pos del ideal del socialismo. Otra historia que transcurre son las andanzas en su exilio del revolucionario ruso Liev Davidovich –Trotsky-, desde que es recluido en Alma Atá en Siberia hasta su muerte en Coyoacán. Y la tercer historia es la de la Guerra Civil Española y derivada de ésta las andanzas de Ramón Mercader, el hombre que asesinó a Trotsky.

El narrador se describe como una promesa de escritor en sus tiempos juveniles, participante en las jornadas prolongadas de corte de caña para la producción de azúcar como parte de su aportación, junto con muchos cubanos, para llegar a tener una vida mejor. Y al paso de los años surge la gran crisis en los noventas del siglo XX con carencias de productos y servicios que ponen al borde de la desesperación a miles y miles, de los cuales cientos optan por el abordaje de embarcaciones improvisadas y se hacen a la mar con el propósito de llegar a la Florida.

En otro tiempo, transcurre la Guerra Civil en España. El autor va revelando las diferencias que llegan al enfrentamiento entre las diferentes fracciones y organizaciones que apoyan a la República. Aporta datos sobre la intervención de la extinta URSS en apoyo al Partido Comunista de España y la persecución a los simpatizantes de Trotsky hasta llegar a su asesinato. Finalmente la derrota de los republicanos y su salida al exilio, vía Francia, en las peores condiciones.

Como producto derivado de la intervención de la URSS la selección de Ramón Mercader del Río para una misión especial, su entrenamiento en la Unión Soviética y Francia. Luego su traslado a Nueva York y finalmente la ciudad de México, donde cumple su misión.

Trotsky sale expulsado de la URSS y encuentra un primer destino en su exilio en Turquía: Prínkipo. Al mismo tiempo en Moscú continua la purga de revolucionarios adversos o peligrosos para el gobierno dictatorial de José Stalin. Juicios simulados para justificar los fusilamientos y las prisiones con trabajos forzados. Trotsky va perdiendo seguidores dentro y fuera de la URSS. Continúa su exilio en Francia y Noruega. Finalmente el gobierno del México encabezado por el General Lázaro Cárdenas le otorga asilo y puede llegar por el puerto de  Tampico y en el tren presidencial al Valle de México y luego a su destino final Coyoacán. Es hospedado por Diego Rivera y Frida Kahlo en su Casa Azul. Trotsky entra en conflicto con Rivera al crearse la IV Internacional cuya secretaría general pretendía el célebre muralista. Sale Trotsky de la Casa Azul a su propia casa en el mismo pueblo de Coyoacán.

Hasta la casa de Coyoacán llaga Ramón Mercader, bajo la personalidad de Jacques Mornard o Jacson y hiere de muerte a Trotsky. El creador del Ejército Rojo muere al día siguiente. El asesino pasa 20 años en la cárcel. Y queda para el anecdotario que con tal de acortar su condena trabaja en la alfabetización de aproximadamente 500 internos ante el ofrecimiento de que por cada 50 alfabetizados disminuiría un año su pena, lo que no sucede.

Al salir de la cárcel Mercader parte, vía La Habana, a la URSS donde recibe condecoraciones y vive bajo otro nombre. Finalmente, en busca de las huellas de sus antepasados maternos vive en La Habana y pasea con una pareja de borzois en una de las playas del este de esa hermosa capital y le cuenta parte de su vida al narrador, uno más del pueblo cubano. La otra parte de su vida la escribe y la hace llegar post mortem a su confidente y narrador de esta novela.

Los entretelones que pone al descubierto el autor confirman que el régimen de Stalin fue una terrible dictadura, no el gobierno de los obreros. Una dictadura criminal que persiguió hasta su asesinato a uno de los grandes revolucionarios soviéticos –Trotsky- y a millones de ciudadanos de la propia URSS y a cientos de trotskistas en el mundo.

Después de la lectura de esta muy documentada novela queda la duda de la utilidad de las revoluciones para la mejoría de las condiciones de vida de los más necesitados. Por ello la vía democrática sigue siendo una esperanza para millones.


Título: El hombre que amaba a los perros
Autor: Leonardo Padura
Editorial: Unión de Escritores y Artistas de Cuba e Instituto Cubano del Libro
Edición: Primera, octubre de 2012.

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