domingo, enero 29, 2012

Por la libertad de los 5 Héroes Cubanos


El viernes 27 en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana "Enrique C. Rebsamen" se celebró un acto de solidaridad con la hermana República de Cuba. En el marco del 53o aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana y del 159o aniversario del natalicio del prócer José Martí, por la Libertad de los 5 Héroes Cubanos presos injustamente en Estados Unidos.

Al inicio se hicieron honores a la las banderas nacionales y se entonaron los himnos de Cuba y México.





La maestra Gloria Sánchez, en representación del Instituto de Relaciones Culturales Mexicano - Cubanas "Flores Magón - Mella" hizo un recuento de los hechos que dieron origen a la detención de los cubanos Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González y de los juicios a que fueron sometidos y sentenciados, sin tener delitos, ya que su trabajo en EE UU consistió en detectar actos de ofensiva dirigidos a Cuba.


Palabras de la Cónsul General de la República de Cuba en Veracruz, María Luisa Fernández Eguilaz:



Y para completar el acto, la compañia Xalhabana presentó una Rumba y a un grupo de danzoneros formados por jóvenes con capacidades especiales y sus familiares. 






El grupo de danza de estudiantes normalistas participó con un cuadro jarocho. Concluyendo con la intervención de la banda musical de la Escuela Secundaria Técnica No. 3 con música mexicana.







¡Viva México!  ¡Viva América! ¡Viva Cuba!

¡Libertad a los 5 Héroes Cubanos!


sábado, enero 28, 2012

Aniversario 159 del natalicio de José Martí



Ayer se realizó un homenaje al Maestro de América -José Martí- ante el monumento erigido en su memoria en la avenida Xalapa de la capital veracruzana.

Ante la presencia de autoridades de Veracruz, su capital y de la Cónsul General de la República de Cuba, licenciada María Luisa Fernández Eguilaz y distinguidos invitados, el maestro Alberto Flores, en representación del Instituto de Relaciones Culturales Mexicano Cubanas "Flores Magón - Mella" pronunció el siguiente discurso:


JOSÉ MARTÍ, MAESTRO DE AMÉRICA
  
Honrosa la encomienda del Instituto Mexicano Cubano de Relaciones Culturales “Flores Magón-Mella”.  Severo el compromiso de referirse a José Martí y Pérez, un paradigma de fortaleza y congruencia, cuya vida fue tan intensa como vigente es su legado.

Ni el destierro ni la prisión lo doblegaron. Ferviente liberal y humanista, precursor y justiciero indigenista, defensor de la mujer. El filósofo cosmopolita y nato educador impactó su tiempo con una vigorosa vena poética. El ideólogo de luchas libertarias murió en combate.  

Martí reverenciaba a México con la frase consignada a un costado de este monumento: “un hijo tuyo que no nací de ti”. En sus estancias aquí, estableció comunicación con lo más granado de la intelectualidad mexicana de fines del siglo XIX: Guillermo Prieto, Juan de Dios Peza, José Peón Contreras, Vicente Riva Palacio, Justo Sierra, Manuel Gutiérrez Nájera, Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón e Ignacio Ramírez, el Nigromante, entre otros personajes, quienes le reconocían dotes de apasionado conversador.

En tierra mexicana cosechó simpatía y apoyo para su causa fundamental: la liberación de su patria. Aquí se enamoró más de una vez y se casó con Carmen Zayas. Vivió en la casa del que quizá fue su mejor amigo, Manuel Antonio Mercado, a quien un día antes de morir escribió una célebre carta, inconclusa. En un fragmento de esa misiva asentó: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber de impedir a tiempo, con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos, y caigan… sobre nuestras tierras de América”…

Para que su patria se sacudiera el dominio español la obra de Martí, aun muerto, fue determinante. Sin embargo, en los hechos,  la “Independencia”, significó para Cuba, igual que para otros países, un relevo de opresor. Medio siglo después, la Revolución Cubana, inspirada en el personaje cuyo natalicio conmemoramos, se convirtió en avanzada libertaria continental.

Imposible abarcar en unos minutos el cúmulo de facetas de un gigante como Martí. Me concentraré más bien en su legado educativo, el cual justifica plenamente la denominación: Maestro de América.

Martí concebía la educación como elemento substancial para fundamentar un proyecto de desarrollo humano integral, en Cuba y en lo que él llamaba Nuestra América. Su cosmovisión en torno a la naturaleza, el hombre y la sociedad, exalta la verdad, la generosidad, la belleza, la solidaridad, y el amor por lo auténticamente nuestro, valores opuestos a la competencia, el individualismo y el egoísmo, todo cimentado en la cultura de cada pueblo.

Durante su estancia en Nueva York, Martí configuró esa concepción, no sólo con el estudio de grandes pedagogos, sino básicamente mediante el enjuiciamiento crítico de la enseñanza que conoció en Estados unidos y en otros países.

“Martí no debió de morir”…, permítaseme apelar a la letra de esa popular melodía cubana, convertida luego en danzón, la cual los mexicanos adoptamos y adaptamos para añorar a Juárez. Añoranza ahora mayor, ante el contrasentido histórico auspiciado por regímenes neoliberales.  

“Si Martí no hubiera muerto”, contemplaría hoy a su patria como ariete de su filosofía educativa. Veamos si no: recién iniciada la etapa constructiva de la Revolución, con amplia participación de la sociedad, una cruzada nacional erradicó el analfabetismo en un año, record mundial. Fue la base para enrumbar definitivamente a Cuba hacia estadios superiores.

En medio siglo de proceso revolucionario, han ocurrido enormes transformaciones. En educación primaria, hoy 99% de la matrícula es atendida en doble sesión, lo que incluye alimentación escolar gratuita. Más de 90% de los grupos son iguales o inferiores a 20 alumnos por maestro. La cobertura es de 99% de la población entre 6 y 11 años.

Los tres niveles educativos  -primario, secundario y preuniversitario-   emplean intensivamente la televisión, videoclases, computadoras y conferencias especiales. Los curricula incluyen actividades extraescolares: artísticas, culturales, deportivas, recreativas y patrióticas. Todo con calidad reconocida internacionalmente. El informe sobre “Educación para Todos”, de la UNESCO en el año 2008, situaba a Cuba encabezando la región de América Latina y el Caribe.

No, definitivamente, Martí no debió morir, merecía haber visto lo que aquí someramente se describe. Pero, es lo de menos, muerto, sigue siendo protagonista estelar de esa reconversión.

Quizá lo más notable sea el programa para la universalización de la educación superior. Con una red de 65 universidades, el Estado Cubano atiende los 169 municipios del país. El eje de los estudios es el empleo y la recalificación de la fuerza de trabajo. La “Universidad para Todos”, programa dirigido a elevar la cultura general de la población, es implementado por profesores expertos, en los canales de televisión nacionales.

Según la ONU, Cuba ocupa hoy la posición 51 entre 177 países en cuanto al índice de desarrollo humano de su población y aparece en sexto lugar en América Latina. Cuenta con un médico por cada 160 habitantes, la proporción más alta a escala mundial. Servicios de salud gratuitos y de calidad para toda la población, lo que en este rubro le hace tener indicadores similares a los de países desarrollados.

La mística social del Estado y por supuesto de la educación, como lo postuló Martí, ha cimentado a la nación. A la fecha, Cuba es una potencia por sus avances médicos y farmacéuticos, así como en varios ramos de investigación científica-tecnológica. Con una población que no llega a 12 millones de habitantes, la isla antillana   -que hoy está apuntalando su modelo socialista, no desmontándolo,  como algunos ilusos lo pregonan-  es también potencia deportiva mundial, así se ha constatado en juegos olímpicos y otros eventos de cultura física.

Cuba es, sobre todo, el país campeón de la solidaridad internacional. Para lo cual mucho tuvo que ver el impulso dado por su Revolución a una educación orientada, en mucho, por principios filosóficos martianos. Esa mística ha dado margen para que, desde los años 60 y hasta el 2006, en la Isla se graduaran más de 45,300 estudiantes de 128 países del mundo, aproximadamente 22,000 en el nivel superior. Actualmente hay alrededor de 30,000 becarios de 120 naciones formándose gratuitamente en la patria de Martí, incluso a nivel de postgrado. Colaboradores de la salud cubanos están ubicados en más de 70 países, sobre todo de África y América Latina.

Esa solidaridad de Cuba para con otros pueblos constituye uno de los aspectos más conmovedores de su Revolución. Sabemos lo que decimos al afirmar que, nunca antes en la Historia, país alguno la había desarrollado con tal relevancia, en medio de un inhumano bloqueo económico y de cínicas agresiones del imperio más poderoso conocido por la humanidad, el cual, hoy día se ensaña con cinco prisioneros cubanos, cuya inocencia ha sido fehacientemente demostrada, a quienes tribunales amañados impusieron condenas irracionales.

Inspirados en la devoción patriótica de Martí, como seguramente están, sea cual sea el destino de esos jóvenes  -cuya libertad hemos demandado hombres y mujeres de casi todos los países-  la infamia los tornó héroes. Ni Cuba ni el mundo los olvidarán.

En estos tiempos, Martí cabalga en Latinoamérica, igual que Bolívar, Morelos y Zapata. Se advierte así en la mayor parte del Cono Sur. Países hermanos optan por caminos progresistas, incluso claramente antiimperialistas. La identidad que amalgama a nuestros pueblos sigue construyéndose, la están labrando herederos ideológicos del Maestro de América.

Recurramos al ideal de nuestros próceres. Repasemos la Historia. José Martí no ha muerto. Salud.




Palabras de la Cónsul General de la República de Cuba en Veracruz, María Luisa Fernández Eguilaz:



Y la intervención musical del ensamble Pauta Nueva, interpretando del maestro cubano Ernesto Lecuona, Siboney:





jueves, enero 26, 2012

Aniversario 53 del triunfo de la Revolución Cubana


Acto celebrado en la sala Sebastián Lerdo de Tejada en la sede del Congreso del Estado de Veracruz.

Palabras de la maestra Gloria Sánchez, en representación del Instituto de Relaciones Culturales Mexicano Cubanas "Flores Magón - Mella"




Palabras de la Cónsul General de la República de Cuba en Veracruz, María Luisa Fernández Eguilaz





Canta Fabiola por la libertad de los 5 héroes cubanos presos injustamente en EE UU.


lunes, enero 23, 2012

Un asunto de honor




Acción rápida la de esta pequeña novela. Carretera. Virginidad de una púber amenazada. Camaradería por la radio FM de los tráileros. Algunos golpes certeros. Y el mar a la vista. El azul inmenso. Arturo Pérez Reverte nos entregó esta breve obra, inicialmente preparada para su publicación a manera de folletín en el diario El País y para una película.

El lenguaje de un tráilero, que pasó por la cárcel, llevado a las páginas por el autor lo transforma en literatura. La aventura inicia, o quizá continúa, en un puticlub. El protagonista ve de pronto a una pequeña que lo mira con sus grandes ojos. Intercambian pocas palabras. Sale del puticlub y avanza por la carretera y de pronto descubre que lleva a una pasajera inesperada, la púber del puticlub va a bordo. Ella leva su libro, donde ha leído de una isla, un capitán y el mar. Y quiere conocer el mar. También huye del destino que le han preparado su hermanastra y el dueño del puticlub. Ella ha vendido su virginidad. Y él la ha revendido. Huye para escapar de la cita que repudia.

Y así continúan los trayectos de carretera. Kilómetros y kilómetros. El tráilero no está convencido de ayudarla a escapar. La regresa a su lugar de partida. Sus reflexiones lo hacen volver por ella. Golpes. Y escapan hacia el mar. Carreteras principales y secundarias. Solidaridad de los colegas que se expresa por la radio FM que utilizan para intercomunicarse. Y por fin, después de pasar por varios ríos, que ella confunde con el mar, llegan a su destino. Azul. Y de pronto llegan su perseguidores. Él está preparado para hacerles frente y morir, si fuera el caso. En esta novela no se sabe el desenlace.

Ágil el relato. Intenso. Términos coloquiales. Un acercamiento al lenguaje aprendido por el protagonista en el talego –la cárcel-. Un viaje intenso por carreteras. Un viaje al mar. Un asunto de honor.


Título: Un asunto de honor
Autor: Arturo Pérez Reverte
Editorial: Alfaguara
Edición: 2011 de la Biblioteca Pérez-Reverte.

lunes, enero 09, 2012

La tormenta

José Vasconcelos en el mural del Palacio de Gobierno de Oaxaca
pintado por Arturo García Bustos en 1979-1980


Las vivencias del autor, posteriores al asesinato del Presidente Madero y hasta la llegada al poder del presidente provisional Adolfo de la Huerta. La vida en la ciudad de México luego en el exilio durante la usurpación de Victoriano Huerta. La guerra contra esa usurpación encabezada por Venustiano Carranza, otra vez al exilo, y el retorno a la patria. Esos son los recuerdos del libro segundo de memorias de José Vasconcelos.

Vasconcelos y Villa acompañando
al presidente provisional  Eulalio Gutiérrez
en una cena en Palacio Nacional
con el cuerpo diplomático
Uno de los dramas narrados en el libro es su huida de la prisión en que lo tenía Carranza y su adhesión a la Convención de Aguascalientes. Cumplió con las tareas que el gobierno provisional emanado de la Convención le asignó, una de ellas dar a conocer a Pancho Villa su destitución como Comandante de la División del Norte. Su incorporación al gobierno de Eulalio Gutiérrez como Ministro de Educación Pública. Las vivencias en la ciudad capital, asolados los vecinos por las acciones de las tropas de Villa y Zapata. Fraguó por órdenes de Gutiérrez la destitución de Villa como Ministro de Guerra y junto con el presidente provisional y sus leales salieron de la capital por la sierra de Hidalgo, luego San Luís Potosí y el sur de Nuevo León buscando como destino Saltillo para fortalecer ahí al gobierno de Eulalio. Él le asigna la tarea de representar a ese gobierno provisional en Washington. Y salé por Tamaulipas, toda esa trayectoria a caballo y cruzando con alto riesgo la frontera que estaba custodiada por los carrancistas –carranclanes, en palabra del autor-.

Esa aventura, a caballo hasta la frontera y luego en ferrocarril, la vivió al lado de Adriana, su compañera de armas –sus armas eran sus ideas y sus palabras- y amores. Con ella se fue a ganar la vida como representante de una escuela por correspondencia de empresarios gringos en Lima. Ahí se acercó a la cultura sudamericana, la heredada de la presencia española y conoció las ciudades prehispánicas de los Incas. Después de varios abandonos temporales en EE UU, ahí, en Lima, lo abandona definitivamente Adriana. Sufrimiento y penurias. Soledad y nostalgia. Finalmente decide regresar a EE UU, vía el Caribe. Viaja en un navío en el que se transporta a esclavos negros. Llega a La Habana y de ahí a Nueva York. Su refugio son siempre los libros y las bibliotecas.

Del este parte al oeste, a California y hace viajes temporales a Baja California. Trabajó para inversionistas gringos que pretendieron adquirir una flota de veleros alemanes que se encontraban en La Paz,  para el transporte de alimentos, negocio que no se realizó por la derrota alemana en la primera guerra mundial y ser confiscados todos los bienes alemanes en todos los puertos del mundo. Y vuelta a California y otra vez a Nueva York. La preparación de sus libros de reflexiones filosóficas ocupa su tiempo.

Finalmente en contacto con los obregonistas, acuerda unirse a ellos y regresar a México tras la derrota del gobierno de Carranza. Se les pasó la mano reflexiona con uno de sus amigos, solo se trataba de derrocar a don Venustiano –Carranza fue asesinado en su refugio de Tlaxcalantongo, Puebla, cuando huía de la ciudad de México al puerto de Veracruz-. Fue nombrado Rector de la Universidad Nacional de México, que incluía escuelas de educación media y desde esa posición inició la reconstrucción del Ministerio de Educación que creó durante el gobierno provisional emanado de la Convención de Aguascalientes.

Un capítulo de la historia de México visto desde el exilio por uno de sus protagonistas. Junto con sus vivencias personales. Una narrativa amable y ágil. Comparte el autor sus pasiones, por los libros, la filosofía, sus amantes, sus pocas oportunidades de buena comida y bebida. Nos acerca a saber qué es y cómo se vive el exilio político –tal vez no hay otro-.

Un libro que se disfruta, por su contenido sobre el México que fue y sobre un personaje singular: José Vasconcelos, culto como pocos, y más notable en aquella época de analfabetos alzados en armas y llegados a generales y al poder.


Título: La tormenta
Autor: José Vasconcelos
Editorial: Botas
Edición: Séptima, 1948

martes, enero 03, 2012

2501 Migrantes



La migración de los seres humanos fue poblando la Tierra. La movilidad de las personas ha sido, es y seguirá siendo parte del desarrollo de la humanidad. "Todos somos inmigrantes en América" ha dicho Carlos Fuentes. Sin embrago hay migraciones que duelen. En las serranías de Oaxaca, los poblados se van despoblando. Sus pobladores siguen emigrando. Uno de esos migrantes ha sido el artista plástico Alejandro Santiago. Migró primero de Teocucilco, su pueblo de origen, a Oaxaca de Juárez, luego a París. Y de regreso. En la vuelta se encontró con su pueblo disminuido de pobladores. Habían migrado. Teocucilco y muchos pueblos de Oaxaca, del sureste, occidente, oriente y norte de México han visto migrar a sus oriundos y siguen migrando. La causa es el grave deterioro de las condiciones socio económicas en sus lugares de origen.



Alejandro Santiago expresa esa migración con su conjunto escultórico 2501 Migrantes. Los 2500 que partieron de Teococuilco y uno más en representación de todos los otros que siguen migrando. Esta obra escultórica ya ha estado expuesta en Oaxaca -Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, MACO- y en Monterrey -Parque Fundidora-. En el MACO la exposición incluyó esculturas en ataúdes, representando así a los migrantes que fallecieron en la travesía.




El fin de año 2011 e inicio de 2012 el conjunto escultórico de Alejandro Santiago está presente en el paseo turístico de las inmediaciones del templo de Santo Domingo de Guzmán en Oaxaca de Juárez. En las aceras, en el arroyo de circulación, en el atrio, los migrantes esculpidos se fusionan con los visitantes. De tal forma que todos son migrantes, los de Santiago representan una parte de la tragedia nacional y los que observan, migrantes también, son turistas o migrantes que han vuelto a casa temporalmente. Algunos ven a sus familiares o amigos que han partido entre las esculturas, otros se miran a sí mismos.