miércoles, diciembre 12, 2012

El desastre




Desde su trayectoria por el centro y occidente de México, siendo Rector de la Universidad Nacional, promoviendo la Ley de Educación, hasta su peregrinar por las universidades de Estados Unidos de América, al tomar la decisión de contender por la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos, nos comparte José Vasconcelos sus vivencias en este tercer tomo de sus memorias.

Los viajes en vagones de ferrocarril desvencijados por las ciudades del bajío y occidente del país, las reuniones con los gobernadores y diputados para presentarles y obtener su apoyo a la Ley que creó la actual Secretaría de Educación Pública son descritos por el autor como en charla de café. Los apoyos que fue recibiendo hasta la aprobación de esa ley, en los términos que la propuso. Así fue creado lo que él llama el Ministerio de Educación con sus tres grandes áreas: Escuelas, bibliotecas y bellas artes.

Su trato como Rector de la Universidad Nacional con los presidentes de la Nación, primero Adolfo de la Huerta y luego Álvaro Obregón y luego el nombramiento que éste le extendió como primer Ministro de Educación de México. ¿Qué le dice un Rector y luego Ministro al Presidente para convencerlo de que la educación será el principal motor que impulse el avance de la Nación? Vasconcelos nos lo va platicando, todo ello en el contexto político de entonces. La disputa, primero sorda y luego abierta, de Plutarco Elías Calles por hacerse de la presidencia con el apoyo semioculto de Obregón, la eliminación, inclusive con el asesinato de sus opositores. La redacción y aprobación de los Tratados de Bucareli de manera oculta para la Nación, y, otra vez, el asesinato de opositores a esa entrega al gobierno y poderío yankees. La presentación de su renuncia al Ministerio que creo en protesta por uno de esos graves asesinatos –en la persona del senador Field Jurado- y el ofrecimiento del presidente Obregón de investigar y castigar a los responsables, lo que no hizo ya que eran sus aliados –Morones, autor intelectual del asesinato, y dirigente de la entonces poderosa CROM-.

Su salida del gobierno encabezado por Obregón y su postulación como candidato a Gobernador del Estado de Oaxaca –su tierra natal-. La gran aceptación entre sus paisanos y el inicio de su campaña en la tierra de sus ancestros por la vía materna en el pueblo de Tlaxiaco. El cambio de la correlación de fuerzas por la intervención del gobierno federal que encabezaba el mismo Obregón y que impidieron con la fuerza de las armas que fuera gobernador

Su estancia difícil en México y su salida a Europa, ante el ascenso de Calles al poder. Su recorrido por capitales europeas y otras ciudades que le importaron por el arte. Su recorrido por algunas ciudades de oriente, con el mismo interés por el arte. Su establecimiento, con su  familia, en París. Su precaria economía que sustentaba con la publicación de su primer libro –La raza cósmica- y sus artículos que se publicaban en El Universal de México y otros diarios de América.

Su participación en el Congreso Antimperialista de Bruselas como parte de la delegación de Puerto Rico que lo acogió como un latinoamericano representativo de las luchas por la libertad y la justicia. Su combate a la simulación callista en ese congreso.

Su traslado a Estados Unidos de América como profesor de las Universidades de Chicago, Stanford y Berkeley. Combinando esta estancia con la impartición de conferencias, para ganarse el sustento inclusive, en otras universidades, instituciones y asociaciones yankees, exhibiendo los crímenes e injusticias del gobierno de Calles y el apoyo que tenía de los banqueros de Wall Street y del gobierno yankee.

En uno de los capítulos finales describe la forma en que fue capturado en Laredo, Texas, por agentes yankees mercenarios, el general Lucio Blanco y entregado a militares callistas que lo asesinaron junto a su asistente, ahogándolo, a mitad del río Bravo y simularon una incursión armada del general indefenso.

Precisamente Plutarco Elías Calles, en la cima de su poder y después del asesinato de Álvaro Obregón, convocó a sus allegados y formó con ellos el Partido Nacional Revolucionario, primer antecedente del actual Partido Revolucionario Institucional -Pe erre i- que el primer día de este mes retornó a la presidencia de México después de alternarse una docena de años con el Partido Acción Nacional, su actual copartícipe del atraso nacional y la gran desigualdad prevaleciente en la sociedad mexicana de inicio del siglo XXI.

Un excelente libro que nos permite conocer una época de México. Y saber que no todos los que alguna vez  han ejercido alguna parte del poder público lo han hecho de forma miserable como la mayoría de los políticos mexicanos. Hay grandes excepciones y una de esas es la persona del ilustre Maestro de la Juventud de América José Vasconcelos.


Título: El desastre
Autor: José Vasconcelos
Editorial: Jus
Edición: Sexta, primera expurgada, 1958.

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