jueves, agosto 26, 2010

Economía energética


Texto leído en la presentación del
libro de mi amigo Osvaldo Mercado

Medio ambiente y energía

Solo tenemos este mundo, este planeta habitable, aunque podamos cambiar de país muchísimos de los que aquí nacimos, aquí preferimos seguir viviendo. Algunos aún sin preferirlo han tenido que emigrar a otro país. También podemos esperar a que haya otro planeta habitable.

Un problema cotidiano, inadvertido por muchos es la basura. Cada uno de nosotros, diariamente desechamos un kilogramo, o más, de materiales de diversas consistencias y formas, los juntamos y colocamos en una bolsa y cuando pasa el camión recolector, entregamos el paquete, o alguien lo entrega por nosotros, a los empleados municipales, en otros casos las bolsas son dejadas en las aceras modificando el paisaje urbano. Así nos deshacemos del problema y éste es de las autoridades municipales. Las autoridades van acumulando las toneladas de basura que recolectan diariamente en los depósitos denominados eufemísticamente rellenos sanitarios. De estos rellenos se van desprendiendo contaminantes al suelo, al subsuelo y en los casos más graves a los mantos acuíferos. En ese momento, y quizá desde el principio, el problema deja de ser de las autoridades municipales y es de todos, aún sin saberlo. La contaminación, aún aquella que no vemos, nos afecta a todos.

Para la inmensa mayoría de los residentes de las ciudades, el alumbrado nocturno es y ha sido algo cotidiano y, las más de las veces, inadvertido. Todo sucede como si tuviésemos un acuerdo con el Sol, que al ocultarse éste hace que las luminarias se enciendan. Y sigue la vida de manera cotidiana. Poco sabemos cómo se genera la electricidad que hace que las luminarias se enciendan noche a noche.

De manera semejante a la luz eléctrica, pero abriendo la llave del lavabo, del fregadero, de la regadera o encendiendo la lavadora, fluye el agua. De cómo se colecta y dónde, poco sabemos. La usamos y la desechamos por las coladeras. Poquísimo sabemos de las cuencas hidrológicas, de los sistemas de captación y bombeo para su distribución y casi nada de cómo se hace su tratamiento después de haber sido utilizado el líquido para la satisfacción de las necesidades domesticas y otras que se dan en la actividad citadina.

El libro

El texto que ha escrito Osvaldo Mercado tiene la virtud de explicarnos como se genera la energía eléctrica. Nos advierte de la contaminación por la quema de hidrocarburos para la generación de dos terceras partes de la energía eléctrica que utilizamos en México. En Veracruz la proporción es más alta y por lo tanto más grave. Nos advierte de la contaminación que se provoca con los tiraderos de basura.

Nos propone el autor la utilización de otros medios para la generación de energía eléctrica. Cita las fuentes ligadas al agua –hidroeléctricas-, las movidas por el viento –eoloeléctricas-, la captación de los rayos solares en paneles colectores. Hace énfasis en un método que combina la manera convencional de generar energía eléctrica mediante el movimiento de turbinas por vapor producido mediante la incineración de la basura. Propone de manera concreta la instalación de plantas de incineración de basura y recuperación energética para generar la electricidad que haga encender las luminarias del alumbrado público y mueva los motores de las bombas de las plantas de bombeo de agua potable y de las de tratamiento de aguas residuales. Propone la solución a un problema de todos y a la vez, aliviar en parte el problema de la contaminación del planeta que hemos realizado entre todos. La basura a incinerar no sería toda, habría que separar la de tipo orgánico para fermentación y composta y la de materiales reciclables.

El autor

Osvaldo Mercado, graduado en el Instituto Politécnico Nacional en ingeniería eléctrica y postgraduado en Francia, ha sido estudioso de los sistemas eléctricos, de su planeación en horizontes de mediano y largo plazo y de elaborar propuestas de políticas públicas para uso eficiente y ahorro de energía. El haber realizado estudios de postgrado en Europa le ha permitió conocer cómo han superado allá algunos de los problemas de contaminación y dejado de utilizar métodos que por acá todavía tenemos como vanguardistas. Prefiere, ante otras posibilidades quizá placenteras, pensar y proponer soluciones a los problemas relacionados con la energía y el alivio de algunas de las causas del deterioro ambiental, de la sustentabilidad y de la economía de los Municipios, que son nuestra más inmediata organización del Estado.

La pequeñísima diferencia

No hay coincidencia total. Osvaldo propone que las sociedades de autoabastecimiento para operar las plantas de incineración de basura y recuperación energética para utilizar la energía eléctrica generada en las luminarias del alumbrado público y los sistemas de bombeo de agua potable y plantas de tratamiento de aguas residuales, sea integrada con los Municipios, el Gobierno del Estado, la Comisión Federal de Electricidad y alguna empresa privada. La última parte de una sociedad así organizada sería una simulación, por lo que no es aceptable. En los términos y espíritu de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, pueden formar parte de esas sociedades de autoabestecimiento las entidades que realmente lleguen a utilizar la energía eléctrica generada, pueden asociarse varios Municipios, el Gobierno del Estado y los organismos operadores de los Sistemas de Agua Potable.

Agradecimiento

Se le agradece a Osvaldo su libro, su dedicatoria: a los progresistas, ecologistas, tecnologistas, economistas, planificadores, desarrolladores y a toda la gente del siglo XXI. El siglo en cuya mitad, nos dice el autor en sus perspectivas, dejaremos de utilizar hidrocarburos y utilizaremos intensivamente hidrógeno. En tanto las tecnologías se van desarrollando algo tenemos que hacer con nuestra basura diaria. Y Osvaldo ya nos está diciendo de una solución posible, sustentable, que contribuiría a evitar parte de la contaminación que hacemos a nuestro planeta.


Título: Economía energética
Autor: Osvaldo Mercado
Editorial: Ediciones Cabrera
Edición: Primera, noviembre de 2008.



viernes, agosto 20, 2010

El cura Hidalgo y sus amigos

Fé de bautizo de Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y de Gallaga

¿Qué fue sucediendo en los días previos al inicio de la guerra de Independencia de México? ¿Quiénes fueron los personajes de esos sucesos que tuvieron como un primer epicentro el pueblo de Dolores al dar el cura Miguel Hidalgo el grito de inicio de la guerra? ¿Fue el Pípila quien incendió la puerta del refugio de los españoles en Guanajuato?


Por medio de 53 viñetas con pasajes, personajes y reflexiones, Paco Ignacio Taibo II nos comparte lo que ha logrado saber sobre la guerra de Independencia de México –la Nueva España de 1810-.


Fueron los iniciadores de esa guerra liberadora gente del pueblo. Un párroco que se colocó a la cabeza de un ejército improvisado en el que participaban unos cuantos militares de formación. Campesinos, herreros, mineros iletrados que siguieron el grito de libertad. Pocos ilustrados como Miguel Hidalgo y Costilla, el párroco de Dolores.


Ya conocida la rebelión en todo el territorio mucha gente comenta los sucesos que se van conociendo, de oídas las más de las veces. Cito a Taibo II:

Bárbara Rojas, alias la Griega, sirvienta en la casa del capitán realista Varela en la ciudad de Oaxaca, le dijo a su vecina Enriqueta un día de enero de 1811 que el cura Hidalgo no andaba haciendo mal a nadie, <solo a los gachupines>. La vecina Enriqueta la denunció al deán de la Catedral Antonio Ibáñez y éste se fue con el chisme a la intendencia de Oaxaca. Por eso la Griega fue detenida y llevada a la cárcel de Las Recogidas y condenada a un año de trabajos forzados; y anda por los patios de la prisión diciendo que no solo Hidalgo no hace mal a nadie, sino que si viniera a Oaxaca, haría mucho bien.


Y las palabras para referirse a Hidalgo que cita Taibo II de sus investigaciones son:

Endurecida alma, escolástico sombrío, monstruo, taimado, corazón fementido, rencoroso, padre de gentes feroces; Cura Sila, entraña sin entrañas, villano, hipócrita refinado, tirano de tu tierra, señor septembrizador, pachá máximo, lo-cura, imprudentísimo bachiller, caco, malo, malísimo, perversísimo, ignorantísimo bachiller Costilla, excelentísimo pícaro, homicida, execrable majadero, badulaque, borriquísimo, primogénito de Satanás, malditísimo ladrón, liberticida, insecto venenoso, energúmeno, archiloco americano.

Estos son algunos de los insultos, tan solo algunos, recogidos al azar de las páginas de la serie de cartas que se publicaban anónimamente en un periódico capitalino, el Diario de México, en 1810 bajo el título de <Cartas de un doctor mexicano al Br. D. Miguel Hidalgo Costilla, ex cura de Dolores, ex sacerdote de Cristo, ex cristiano, ex americano, ex hombre y generalísimo capataz de salteadores y asesinos>.

Su autor, se revelaría tras la muerte de Hidalgo al recopilarlas con su firma en un volumen El anti-Hidalgo. Se trataba de un dominico aragonés, Fray Ramón Casaus, examinador del Tribunal de la Inquisición, que recibió como premio por su celo contra la insurgencia el arzobispado de Guatemala en 1812.


El lenguaje y la acción de los jerarcas de la iglesia católica son similares entre los de principios del siglo XIX y los de este principio del siglo XXI.


Y en ese clima adverso en muchos aspectos fue avanzando la lucha por la Independencia de los actuales Estados Unidos Mexicanos. Y Paco Ignacio Taibo II nos trae esas viñetas para conocer parte de la historia.



Título: El cura Hidalgo y sus amigos

Autor: Paco Ignacio Taibo II

Editorial: Zeta

Edición: Primera, marzo de 2007.


Excomunión de Hidalgo



Documentos publicados por el Archivo General de la Nación

lunes, agosto 16, 2010

De niño judío-alemán a comunista mexicano

Una autobiografía política
Juan Brom acompañado de Cuauhtémoc Cárdenas y
los presentadores de su libro en la Casa Universitaria del Libro
Foto de Gaceta Políticas Virtual


Nacido en Alemania, perseguida su familia y los que comparten su origen étnico judío, deciden huir y refugiarse en México. Cruzan Europa y Asia, luego el océano Pacífico y llegan a México por el puerto de Manzanillo. Así se salvan del exterminio que los nazis hicieron con los de su misma raza. Aquí hacen una nueva vida integrándose y volviéndose mexicanos.


El historiador Juan Brom nos describe en este libro autobiográfico cómo ha sido su vida, desde Alemania hasta los últimos tiempos. Acompaña la crónica de lo visto y vívido con sus reflexiones sobre el desarrollo de la sociedad en el mundo y nos da su visión personal de México.


Él autor nos describe los trabajos que tuvo que hacer en su infancia, sus estudios hasta graduarse en la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM- donde se desempeña como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. También nos describe su estancia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Morelia, de los grandes cambios que introdujo en los 60s del siglo XX el rector Eli de Gortari y de la intervención del gobernador de Michoacán, junto con grupos conservadores para que fueran expulsados de esa universidad y de ese estado. Su regreso a la UNAM, su participación en el movimiento de 1968.


Brom ha sido funcionario universitario hasta donde su situación migratoria lo ha permitido. Ha publicado varios libros, destacando: Esbozo de historia universal, Esbozo de historia de México y Para comprender la historia. Ha contribuido al fortalecimiento de la UNAM, que se lo reconoció al designarlo Maestro Emérito.


Militante de la Juventud Comunista ha sido estudioso del marxismo. Miembro del extinto Partido Comunista Mexicano, del cual fue expulsado por disentir de algunos dirigentes. Él es congruente y se sigue considerando comunista. Ha estudiado lo sucedido en los países que se denominaron socialistas y escribió un ensayo ¿Porqué desapareció la Unión Soviética? De la Rus de Kiev (siglo IX) al fin de la perestroika.


Observador de su entorno, de la realidad, Juan Brom se mantiene optimista. De sus viajes comparte sus reflexiones. De la realidad actual y ante la pregunta ¿se puede ser comunista hoy? responde:

Creo que una de las características fundamentales que un comunista nunca puede olvidar es que la idea misma del comunismo es profundamente humanista, basada en la convicción de que el humano puede ser libre y responsable de sus decisiones. Ser libre no significa poder actuar a capricho; es conocer su entorno en su evolución, ver las opciones que se presentan o se pueden crear en ella y optar por las que ofrecen un desarrollo, un “florecimiento” individual y colectivo. Y no hacerlo con la actitud de anhelar una imposible “armonía entre todos” basada en la pura buena voluntad; implica conocer la realidad, ver las contradicciones que se dan en la sociedad y tomar partido por las vías que puedan conducir a una organización que lo permita.


El texto de Juan Brom es ameno y está acompañado de varias fotografías. Leerlo permite entender mucho de lo sucedido en el siglo XX.



Título: De niño judío-alemán a comunista mexicano

Autor: Juan Brom

Editorial: Grijalbo

Edición: Primera, abril de 2010.