lunes, junio 21, 2010

La mafia que se adueñó de México... y el 2012


Éste es un conjunto de ensayos que pretenden explicar la situación económica y social que actualmente padece nuestro país. También son crónicas de lo visto a lo largo y ancho del territorio mexicano, en el recorrido de sus 2 478 municipios, de Tapachula a Tijuana y de Progreso a Los Cabos. Y varias reflexiones sobre el futuro de México, incluida la propuesta de cómo lograr el cambio que requiere la nación, con la participación de los más para beneficio de todos.


Andrés Manuel López Obrador nos entrega su visión de México. Explica cómo se fue conformando la actual élite en el poder económico y político, a partir de las transformaciones planeadas e iniciadas por Carlos Salinas y su grupo compacto desde el momento en que se apoderó de la presidencia de México -qué el no ganó, ya que arrebató el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas- contando para ello con la complicidad de los dirigentes del Partido Acción Nacional. Iniciando un era de concentración de la riqueza nacional en poquísimos, quienes son los mismos que dominan al poder público en su beneficio. No se generó ningún libre mercado, se generaron consorcios monopólicos y oligopólicos que dominan los pilares básicos de la economía nacional.

La crónica de su recorrido por los 2 038 municipios que eligen a sus autoridades por competencia electoral entre candidatos por partidos es como una paneo del extenso territorio: valles, montañas, cuerpos de agua, recursos naturales varios –minerales, bosques, petróleo y mucho más-, carencias, desnutrición, falta de oportunidades de educación, caminos en pésimas condiciones, falta de empleos y emigración son el contraste. De su recorrido por los 418 municipios que rigen sus destinos por usos y costumbres del Estado de Oaxaca, destaca la fortaleza de su cultura –herencia de las antiquísimas culturas mesoamericanos-. De cada pueblo visitado se trajo algo: un recuerdo, un obsequio –artesanías, alimentos naturales y otros-, una solicitud. De uno de esos pueblos serranos se trajo un ejemplo de organización en el municipio y en cada una de sus comunidades para ganar un futuro mejor.

Lo esperable en un libro de este tipo de alguien que aspira a ser Presidente, como lo hizo Francisco Madero en 1908 con su libro La sucesión presidencial, es que reitera que aspira a ser el candidato de una gran coalición de fuerzas progresistas en el 2012, también dice que no se empeña en ser el candidato sí otro está mejor posicionado que él y sugiere que puede ser Marcelo Ebrard –Jefe de Gobierno de la ciudad de México-.

Propone una plataforma mínima para el 2012: Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación, democratizar los medios masivos de comunicación, crear una nueva economía, combatir las prácticas monopólicas, abolir los privilegios fiscales, ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana, fortalecer al sector energético, alcanzar la soberanía alimentaria, establecer el Estado de bienestar y promover una nueva corriente de pensamiento.

Sobre la decima propuesta, me viene a la mente que algo se ha avanzado. Carlos Monsiváis era uno de esos pensadores, pensaba y hacía por los demás, por todos, él que fue de varias minorías, un intelectual al lado del pueblo.

Finalmente López Obrador hace una advertencia: Sí el PRI, en la persona de Enrique Peña Nieto u otro, regresa al poder presidencial sería como un segundo santanismo a más siglo y medio del primero.

Llama a la organización y al trabajo para la transformación de México. No a la lucha por el poder mismo. Éste es un texto para la reflexión, para el debate, y, de alguna manera para el optimismo. Ya que se ha marchado Carlos Monsiváis, tenemos que encontrar cómo seguir documentando nuestro optimismo.


Título: La mafia que se adueño de México… y el 2012
Autor: Andrés Manuel López Obrador
Editorial: Grijalbo
Edición: Primera, junio de 2010.

domingo, junio 20, 2010

Adiós Carlos Monsiváis








"No abandonemos nuestros votos en la fosa común de la resignación o la apatía"

Palabras pronunciadas por Carlos Monsiváis, en nombre de Sergio Pitol y él, en el Zócalo de la ciudad de México el 16 de julio de 2006.

sábado, junio 19, 2010

José Saramago descansa en paz










"El mundo gira sobre palabras lubrificadas con aceite de paciencia"

De su libro El equipaje del viajero, uno de los que nos deja como legado.

martes, junio 08, 2010

Una autobiografía soterrada

Ampliaciones, rectificaciones y desacralizaciones


Escribir analíticamente del pasado propio, cuestionarlo inclusive, es el ejercicio que nos regala Sergio Pitol en su más reciente libro autobiográfico. Es puntual en fechas, lugares y circunstancias en que va haciendo el recorrido por parte de su pasado. Éste, de manera recurrente, nos va acercando a la formación del escritor que intentó ser poeta.


Una extensa formación de Pitol como escritor está en sus lecturas. Nos presenta a escritores de Europa Oriental y Occidental. Destaca sus lecturas de Jorge Luís Borges y Alfonso Reyes. De Reyes afirma: “El maestro –porque también lo era- concebía como una especie de apostolado compartir con su grey todo aquello que lo deleitaba. Fue un paciente y esperanzado pastor que se propuso, y en algunos casos lo logró, desasnar a varias generaciones de mexicanos”. Ya no mas orejas de burro. Reyes nos muestra el camino, andando.


De él mismo en su juventud dice: “Me pasma el joven que he sido. Me es casi imposible creer que aquel joven fuese este anciano que con esfuerzo recuerda un capítulo tan lejano de su vida”. Y así, nos relata sus vivencias juveniles en La Habana, en un sitio muy concreto, el restaurante más antiguo de Cuba: La Zaragozana, y otros sitios como el Barrio Chino de La Habana. Y la música y la danza contagiosas de los isleños.


Es una autobiografía breve e intensa. Son las andanzas de un hombre que llegó a la cima. Un escritor que para serlo leyó muchísimo antes y sigue leyendo. Es un crítico de si mismo. No fue dramaturgo como quería y lo intentó. Es un gran traductor, narrador y ensayista.


La semana pasada, el martes 1 de junio, tuve la oportunidad de saludarlo en el Foro de Política Económica y Marginación de la campaña a la gubernatura de Dante Delgado. Allí me enteré de la presentación de su Autobiografía. Sergio Pitol es congruente. De lo poco que me dijo fue su preocupación por la salud de su entrañable amigo Carlos Monsiváis, al recordarle las palabras que en nombre de ambos leyó Monsiváis el 16 de julio de 2006, en defensa de nuestros votos, en el Zócalo de la ciudad de México.


Es un privilegio que Sergio Pitol viva en Xalapa. Y ande con esa sencillez de los grandes como él.



Título: Una autobiografía soterrada

Autor: Sergio Pitol

Editorial: Almadía

Edición: Primera, abril de 2010.




La Zaragozana en La Habana Vieja

Barrio Chino de La Habana

1 de junio de 2010

viernes, junio 04, 2010

Cien años de soledad


Tanto tiempo, tantas veces iniciada la lectura e interrumpida por ene razones o sinrazones. Finalmente he concluido la lectura de la mejor novela de Gabriel García Márquez y, a decir de los críticos, la mejor obra de la lengua española escrita en los últimos treinta años.


Úrsula. Amaranta. Rebeca. Amaranta Úrsula. Remedios. Remedios, la bella. Petra Cotes. Santa Sofía de la Piedad. Meme. Pilar Ternera. Y cuántas mujeres en ese paraíso que fue, sí es que existió, Macondo. José Arcadio. José Arcadio, el hijo. Aureliano. Melquíades. Gerineldo. José Arcadio Segundo. Aureliano Segundo. Mauricio. Aureliano, el hijo de Meme. Y todos los otros señores, jóvenes y niños que habitaron ese pueblo inventado por García Márquez.


Mauricio Babilonia el mecánico que se hizo enamorar y se enamoró de la mujer más culta del pueblo. El gringo que probó los plátanos y luego, con otros gringos, transformó los campos en plantaciones del fruto para exportar, transportándolo en trenes de cientos de vagones. Esos mismos vagones en que transportaron a los tres mil trabajadores de las plantaciones ya muertos al ser reprimidos para tirarlos al mar y no dejar ninguna huella ni recuerdo de la rebelión obrera.


Aparece de pronto Artemio Cruz, el célebre personaje de las novelas de Carlos Fuentes, por medio de uno de sus amigos. Y así la rebelión de los trabajadores de Macondo se ve influenciada por las ideas anarcosindicalistas de la Revolución Mexicana.


Todo es en abundancia en la narrativa de García Márquez. El tiempo de lluvia, las inmensas cantidades de bananos cultivados y exportados, las bacinillas para las setenta y dos niñas amigas de Meme, la que interpretaba música culta con el clavicordio. Mariposas amarillas. Hormigas por miles.


Las relaciones entre parientes. Los hijos e hijas nacidos de esas relaciones. La sabiduría de Melquíades. La tenacidad del coronel Aureliano y sus treinta y dos guerras al frente de los liberales. Su enclaustramiento posterior para hacer y deshacer cuartos de cientos de pescaditos de oro. La dedicación al estudio de Aureliano Babilonia y su pasión con su tía Amaranta Úrsula. Y el fin de la dinastía Buendía.


Y mucho más, demasiado, bastante, harto, abundante, excesiva, rebosante es esta genial obra de Gabriel García Márquez, a quien tuve la oportunidad de saludar, en el Gran Teatro de La Habana, el primer día de enero de dos mil nueve después de la cinco de la tarde.



Título: Cien años de soledad

Autor: Gabriel García Márquez

Editorial: Diana

Edición: Primera, 29ª reimpresión, junio de 2000.



Macondo:





En el Gran Teatro de La Habana, 1 de enero de 2009